Para lograr una exitosa producción de frutos en un huerto, es necesario tener en consideración ciertos factores que influyen en el rendimiento de las estructuras agrícolas y sus respectivos elementos que guían el crecimiento y desarrollo de los arbustos.
Uno de ellos es la correcta tensión que debe tener el alambre; elemento que permite mantener firme las estructuras, soportando las cargas de fruta, las ramas del arbusto, la fuerza del viento y las situaciones climáticas adversas.
Por lo anterior, la posibilidad de estiramiento del alambre puede ocasionar su deformación permanente e incluso su ruptura, arriesgando a que colapse la estructura que sostiene a los arbustos del huerto.
Para evitar estas consecuencias, al momento de instalarlos, se debe considerar los factores que podrían incidir en su tensión, como por ejemplo la instalación de cabezales o anclajes, los desniveles del terreno, la carga frutal y las condiciones climáticas.
Con relación al peso, el equipo de expertos Inchalam recomienda que todos los alambres se instalen con 1/3 de tensión de su carga de ruptura, según se indica en nuestro catálogo, para así mantenerlo asegurado cuando el cultivo esté en plena carga, vale decir:
Además, señalan que es importante medir la tensión durante y después de su instalación, el cual se puede realizar de manera directa o indirecta. El método directo consiste en medir a través de un dinamómetro la toma del alambre a tensar y la herramienta que usa el instalador para tensar. Y finalmente, medir la carga ejercida a medida que el alambre se va tensando. Mientras que el método indirecto mide indirectamente la tensión del alambre luego de su instalación, a través de un tensiómetro.
Importante: Verificar la tensión del alambre temporada a temporada, y en caso de ser necesario, ajustar a tiempo.
Por otra parte, los especialistas recomiendan que el alambre debe quedar instalado con una tensión menor o igual a la carga de trabajo recomendada, es decir, 1/3 de su carga de ruptura.